Hay quien no cree en su destino, ni en las coincidencias que cada día suceden a nuestro alrededor. Yo si creo e intento estar al tanto de ellas.

Estas fotografías son muy especiales para mí. Didac y Claudia son dos amigos, dos muy buenos amigos. Hace casi 10 años, al llegar a Catalunya, el destino me aguardaba una gran sorpresa, Didac. Sin lugar a dudas una de las mejores personas que he tenido el honor de encontrar en mi camino, uno de los corazones más grandes que he conocido y que conoceré. Un alma tan grande solo podía atraer a otra similar, Claudia. Un cielo, alguien que emana nobleza, sensibilidad y con un corazón que se le sale del pecho. Simplemente se merecen el uno al otro.

Da gusto conocer a personas que llevan la sonrisa por bandera. Pedro y Sara son dos de ellos. La verdad es que pasé un rato divertidísimo, me sorprendió su facilidad para reírse, para quererse, para disfrutar de su momento. Fue maravilloso ver que la sonrisa de uno provocaba instantáneamente una risa verdadera en el otro.

Para mi ha sido un honor poder haber hecho estas fotografías. Disfruté muchísimo congelando unos instantes cualquiera de una tarde entre amigas. Cuatro jovencitas encantadoras, Cristina, Paula, Melisa y Claudia. Cuatro amigas que pasan sus ratos riendo, charlando…..disfrutando. Viviendo con ellas aquellos momentos evoqué recuerdos del pasado, momentos en los que un pedazo de tierra, un balón y cuatro amigos era todo lo que necesitaba para ser feliz. Hoy, por desgracia, me encuentro demasiado lejos de muchos de mis amigos y amigas. Ahora, cada vez que vuelvo a ver a mis queridísimos amigos, momentos tan mundanos como juntarse a tomar algo se convierten en aquel pedazo de tierra y ese balón… se convierten en una inmensa felicidad.